viernes, 19 de junio de 2009

Dentro de una flor.


surges de polen al camino de mañana.
al abrir las cortinas la luz de lejos ilumina
el amigo trás el bostezo abre las heridas de la agonía
los gatos se pasean por los tejados
rutinarios espejos siguen engañando a los cuerpos,
y yo esperando que las hojas se hagan polvo
a contemplar abatidos brazos sobre las veredas de la ciudad
cada envasade de botella vacía me recuerda la memoria del los muertos,
una memoria de gloriosas flores que se siguen pudriendo
que siguen siendo sangre de los dioses
semillas en lo profundo del magma gimotean por ser espiga
En la cocina erupcionan las aguas y se avergüenzan los vidrios
No hay sangre ni mentiras con el cielo partido en silencio.
la mente es un puente colgante que cruza el vacío de los días,
un caballo cojo abandonado en un campo de margaritas carnívoras.
No puede existir nada más después de lo anterior
se pudre poco a poco hasta besar los talones de la muerte
detrás de cada iris, detrás de todo ese mantel de carne
secándose como un pistilo en los pétalos de la memoria
Día tras día con la garganta llena de migas añejas
pensando en que sobrevivir una estrella de milesima esperanza
te hará volver a los pasos y las carcajadas de tus amigos,
pero cuando todos seamos tallados en piedras y bañados en pasto
las risas serán viento que murmulla en nuestros oídos
en un idioma más antiguo que el hombre y mucho más que la tierra.



1 comentario:

'Live' from right to left xD dijo...

Ohhh... ¿Por qué la muerte al final? Es como estar encerrado dentro de algo llamado cuerpo y como que esto que nos cubre es algo... que no sirve de nada.
Pero para estar en estos lados necesitamos una forma, sea una forma bella o una forma no tan agraciada ¿No es así?
Creo fielmente que el cuerpo y el espíritu forman parte esencial. Lamentablemente, uno durará más que lo otro ya que nuestro cuerpo pasa a ser un simple préstamo, pero un préstamo que nos permite sentir, respirar y amar.

^^ No sé si voy al punto, lo que sí sé es que... nada sé... xD