Vuelo de una pestaña
“El cielo va volando en el agua de un espejo
se moja un pájaro y se moja el pensamiento”
(Manuel García)
Cabizbajo, atrapado en las veredas cercanas
con olor a larvas, capullos, mariposas desenfrenadas,
elevo mí vista a los cercanos vuelos fugaces,
siembro sonrisas en un pedestal olvidado.
Colapso la mirada en un vaso de agua,
murmullo con las sombras de la lejanía,
fumo el humo de los fumadores pasivos:
el vicio encanta a los parásitos rastreros.
detengo la cigarra en su canto a los dioses
y muestro la magia de una gota seca,
a la espera de la puerta abierta sellada
a duendes y arañas venenosas en mi mente
que sobresalen desde la cerradura de bronce
saludando al día desde sus rincones ocultos
en esas esquinas mugrosas que nadie limpia.
yo asesino la lluvia para no morir de sed
y maltrato la neblina para no mojarme
en las mañanas donde quiero rendirme.
recorro el camino de las letras ocultas,
del vuelo de la mosca colosal imprecisa,
de los sueños en palabras sencillas
al abrigo de un vagabundo solitario
feliz, agónico, soñador en plenitud:
su mirada es tan tierna que seduce
el ego de la gente acabada sin vida.