viernes, 12 de diciembre de 2014

Discuro para mi primer jefatura licencia: 8ºA

Muy buenas tardes estimada Comunidad Merryland, un grato saludo a cada uno de ustedes, quienes celebran la culminación de un ciclo para abrir la puerta a un nuevo desafío.  Hoy me llena de orgullo ver a estos 22 estudiantes que dicen adiós a sus primeros pasos para encaminarse hacia el fin de su vida escolar. Hoy es un momento para homenajear sus logros y mirar los obstáculos del pasado con valentía y nuevo aprendizaje, de recordar ese tímido día de marzo en que nuestros caminos se encontraron y ataron nuestro destino durante dos luchados años, ese día en que nos presentamos y reímos, donde retratamos el inicio del camino en una primera foto, esa foto que siempre recuerdo y que para mí tiene un gran aprecio, ese día en que oficialmente nos convertimos en 7ºA, o como cuentan las viejas leyendas: Los crazy del Séptimo 7ºA. Fue allí cuando comenzó nuestros viaje, y lo mejor de todo, es que mi tripulación eran estudiantes alegres, entusiastas, participativos, tímidos, saltarines, y por sobre todo honestos. Fueron pasando los días, y comenzaron a aparecer los primeros obstáculos, y había que estar presente para que no perdieran su rumbo. De pronto aparecían ruidos extraños o extravíos de lápices que ni Sherlock Holmes podía descifrar, en fin, estaban creciendo. Y no sólo yo  era el que lo notaba, lo notaban sus profesores de asignatura, los y las  inspectoras, las y los asistentes de la educación, sus propios compañeros, y como no mencionar a todos aquellos que lo han puesto todo en la cancha y no sólo estos dos años, sino que desde sus primeros días : su familia. Difícil será olvidar a cada uno de los participantes que se vieron envueltos en este enorme y arduo camino, padres, hermanos y hermanas, abuelitos y abuelitas, tíos y tías, y por qué no, antepasados. También aprendimos a conocernos, desde la primera reunión de apoderados hasta la presentación para el día de la primavera. Desde, ya les doy las gracias, pues el aprendizaje no sería nada sin sus cimientos.  
         Debo admitir que cuando fui informado sobre tener una jefatura estaba contento, aunque un tanto nervioso. En un principio el 8ºA era un curso tranquilo, pero que necesitaba organización e independencia, elementos que fueron mejorando notablemente con el paso del tiempo, empezaron a florecer nuestras tan famosas completadas, completadas en las que íbamos ofreciendo italianos a $500 pesos por toda la cuadra. También aprendieron a escucharse, a escuchar al otro, a expresar sus ideas y por sobre todo respetarse mutuamente. Así también asumieron responsabilidades con el curso y desarrollaron su temperamento para sacar adelante un sinfín de situaciones problemáticas.
Ser un profesor jefe es un camino difícil, pero gratificante, este no sólo  forma a sus estudiantes, sino que se forma a sí mismo y  ustedes han sembrado en mí la alegría por enseñar, y eso se los agradezco. 
         Como era de esperarse, siguieron creciendo, y en algunos casos con el paso de los días iban tejiendo su carácter y personalidad y así, su vida se llenó de nuevas alegrías, aunque también trajo nuevos desafíos, en algunos casos el amor golpeó a sus puertas, en otros esas mismas puertas se cerraban, en otras ocasiones se vieron inmiscuidos en pequeñas travesuras que hacían asistir a nuestras queridas inspectoras a su sala.  Y es aquí donde quisiera realzar una de sus mayores virtudes, su honestidad, en la mayoría de los casos tuvieron el valor para admitir que se habían equivocado, sin importar lo grande del problema, siempre levantaron su cabeza para decir “me equivoqué”.
        
        

Querido Curso, Hoy llegan al fin de una etapa, pero comienzan una nueva, no olviden todo lo aprendido hasta ahora, recuerden que un nuevo año trae nuevos desafíos, y que un obstáculo siempre representa un crecimiento, no cambien su forma de ser, ni su alegría y entusiasmo, pues en ustedes  la palabra merry, palabra que en inglés  hace referencia a una demostración de alegría,  calza a la perfección.
Hace 13 años yo estaba sentado en esa misma silla en este mismo colegio, y me identifico, hoy los veo, y lo primero que podría decir es estar sorprendido de lo mucho que han crecido, no sólo física, sino que intelectual y emocionalmente.
Ahora me llevo un gran regalo de cada una de las etapas y momentos que vivimos juntos, como por ejemplo,  el Wake up de Diego, la risa  y curiosas preguntas de Zión, la energía de Gabriela, las reflexiones de Javier, la entrega de Natalia, Fernanda Isis y Ayelén, la caballerosidad de Julio , la Empatía de Maxi ,  el amor a la naturaleza de Javiera,  ¡uf! Podría estar todo el día hablando de esto.

         No me queda más que felicitarlos, tanto a ustedes como a su familia, por este logro que se suma a su vida, de mi parte mi pecho se infla de orgullo al verlos aquí, y en cierta forma siento esa nostalgia de cuando alguien se marcha. Sin embargo, la felicidad me invade y no me queda más que agradecerles por aparecer en mi vida como profesor, darles gracias por toda la energía positiva que me han entregado, aunque hayamos pasado por momentos de enojo y tristeza, siempre me quedaré con todos los buenos momentos que sembraron en este camino, Hasta Pronto querido 8ºA y Bienvenidos al primer año medio.