miércoles, 25 de junio de 2008

Disculpas

Existe algo triste en cada paso cuando no estás
Algo doliente, sádico, destructivamente nuestro
Hay imaginación, huellas de tus sonrisas
De cóleras en una de tus maldiciones hacia mi
Será que la vida castiga las palabras, el amanecer
No abre con sus manos de sol el sello de mi ventana
Palabras: juego enigmático que atenta en mi contra,
Contra nosotros, te vas con mares que rugen leones
Con flores del corazón, te llevas mi macetero
El huraño bosque me cierra el camino en tus brazos
Corte, llama, corte, pena; momento de tristeza
Se vive en un quizás, en una posibilidad
vivo en ti como el capullo de una semilla en tus ojos
dególlame con el exilio pero si ves las palabras
que nadie comprende, las cabezas que sangran en el cielo,
los dragones muertos en el río de tus lágrimas,
campo abierto de musgo e ira, lira y laúd
atenta a las raíces de una frase tuya, sólo tuya.
Cuando elevo mi carne hasta el amor, ya nada vale
Ni cuerpo, ni ojos, solo el resplandor de un séquito tuyo
Plasmo en una rodilla el carisma de mi perdón,
No quiero verte así, disculpa la idiotez mía.

sábado, 14 de junio de 2008

I (Fragmento)


“ven, no detengas tus pasos en la ventisca
Ven, acaríciame, no me dejes, solo por hoy
Permanece eternamente junto a mí, aquí,
Donde nuestras manos vigilan a sus amadas
Donde nosotros no somos nosotros y somos otros
Donde esos otros no son más que nosotros y suspiran
Donde no escapemos de nuestros recuerdos
Soñemos un sueño eterno para no despertar
Para vivir de tus caricias, de tus ensueños,
De nosotros masticando nueces bajo la lluvia
Que importa, ven, mírame y suspírame nuevamente
Rasga mi cara con la ternura de tus pestañas
Otórgame ese silencio con la violencia de un beso”
Pero nada, no respondes a mis señales,
La torpeza andante siempre nos vigila
De nada sirve sonrojarme al deleitar tu belleza
Si me hablas de todo, de todo menos de nosotros
Y que alegría ver palta entre un pan añejo
Qué alegría ver la espuma del café sobre tu boca
Si sin querer sonríes con una barbita que me bebería
Mírame, cuanta belleza emanan las cosas
Cuanta belleza brota de tu lengua, de las ventanas
De los árboles en nuestras manos, de un oxidado fierro,
De nosotros aquí, hablando de todo menos de nosotros
Qué pensará el casero de las ensaladas, que dirá ese perro
Qué dirán las rocas a nuestro costado, qué dirá el pavimento,
Que dirás tú de todo esto, dame esa respuesta que nadie tiene
Abre la puerta con la llave de tus pensamientos
Y escapa con las olas de tus groserías
Nadie, a excepción de nosotros, nos escucha
Y te escucho a ti, tan lejana como la luna,
Y tan cercana como la duda
Mientras caminamos, mientras hablamos
Ya no quiero de tus besos, nada, sólo a ti,
Es que pensar me vuelve loco y melancólico
Y pensar en ti me revienta las pupilas
Enclenque me saco la barba de la garganta
Por pensar, por pensar que pensarás
Por preguntarme si es bueno rosar tu mano
O de vez en cuando empujarte un poco
Para sentir tu cuerpo
Me pregunto de qué cosas podríamos hablar
Si te cuento una de esas historias falsas
Que siempre descubres con tus ojos
Y me dices “que eres tonto”
Puede que te bese, te bese sin decir nada
Porque ese tonto sé que no es una ofensa
Sé que no es motivo para alejarme de tu piel
es una forma escondida de decir me gustas
de decir, me muero de ganas de que me beses
pero no decimos nada, hay algo que nos calla,
reímos más de lo habitual y tiritamos más de lo habitual
porque en el momento que me dices tengo algo que decirte
tiemblo, tiemblo ante tus palabras que podrían destruirme
tiemblo a que pensemos lo mismo y entonces…
entonces mutaremos en algo bello
seremos la combustión del fuego entre sus ascuas
seremos carne más carne cuando nuestras lenguas
toquen el profundo sueño escondido en nosotros
seremos lengua más lengua entre saliva y saliva
seremos labios en conserva y manos en descubrimiento
seremos narices que chocan y respiraciones que se pierden
seremos suspiros en el pecho, seremos energía en metamorfosis-

jueves, 5 de junio de 2008

aquella combustión

A las temblantes rodillas de Heráclito
Una disputa de dos frentes habla y escurre;
Pasa en silencio con las venas ensangrentadas
Y donde el miedo una vez gozó de valor
Detengo mis pasos ante las hojas del hades
En las tierras de fragancia sin aroma, tiemblo,
Camino en alamedas llenas de humedad y hojas
Han susurrado los impulsos al oído y aún así caído
Un día pensé en enloquecer y caí en este lamento
Descendí de las alturas y derretí mis ojos en la carne
Desperté mientras el rocío invadía los pastizales
Cuanta gente injiriendo las eternas sendas de la incomprensión
Veo en ellos el ímpetu, el miedo que baña sus ojos
Y cuantas veces no han estas cadenas cerrado mis pasos
Vi la puerta de la esplendida aldea, más nunca encontré su llave
Sentado entre la tierra esperé a que el temor se fuera de mi
Una copa de vino con la muerte me enseñó a temerle a la vida
Al nacimiento tanto como al fallecimiento, malditas flores
Han reído de las humillaciones enardeciendo su belleza
Me miro las manos, tan sucias como mi cara
Esas miradas que nunca buscan nada me persiguen
Creo enloquecer una vez más, sandeces momentáneas
Y que importa masticar la carne si la mía vaga en esta puerta
Del otro lado, vendrá la lluvia que limpiará la mugre
Vendrá el fuego que eliminará mi cuerpo
Y vendrá el olvido recordándome que en algún momento
El equilibrio entre todo aquello que jamás tuvo respuesta
Borró mi estancia en aquella desconocida esfera
Con el flujo de estas ascuas que nunca terminan.