viernes, 8 de agosto de 2008

She


Esperaré tu mano sobre mi mano
Y tocaré tus hombros con el sueño
de un escalofrío entre tu espalda
Un ratoncito moverá su cola
Una sierpe de vértebras
Engullirá tus cosquillas a mordiscos
A pedazos a latigazos de rabia
A quemaduras de cariños en tu tierna carne
Deja que el silencio nos dilate las pupilas
Nos erice los pelitos de la crueldad del valle
La meseta de tus muslos de vainilla
Esa costa de cangrejos y caracoles
Me dice y habla con su boca de arena
Se pierde entre la persecución de mis labios
Con tus labios de mis dedos con tus dedos
De mi sudor con tu sudor de tu rabia con la mía
Del calorcito que se siente en las mejillas
Cuando la sofocación de nuestros cuerpos
Entra en batalla
Con balas de saliva lameré tu despedida
A ti la que de mis ojos se robó el reflejo
La que en silencio castiga con peñascos
De fuego la misma: ella.
Ella figura corrosiva espectro de claro de luna
Quien camina despacio entre calles y veredas
Quien percata olores y texturas a distancia
Quien devora empanadas sin miedo sin muerte
Dejaré que tus huellas marquen el polvo del cemento
Entre paso y paso no sabrás que sabueso te sigue
O que vagabundo clama por licor de tu elixir
Nos iremos sin decir una palabra
Con monedas en el limosnero
Sin despertar al sol por las mañanas
Con una mochila tan grande como nuestros sueños
Como nuestra huida a la imaginación
Pero antes de todo, antes de cualquier palabra
Quiebra el umbral de lo que no es
Salta el precipicio que no existe con un paso
Cruza los mares como un vaso de agua
Quiebra las espigas de una muralla inexistente
Y entonces allí estarán mis manos esperando a las tuyas.

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