lunes, 7 de enero de 2008

El lamento desterrado

No chilles más que la piedra de tu quejido destruye mi carne.
¡Oh! Arcano naufrago de las tierras no descubiertas
Vagas en el suspendido rincón de una pregunta
Y en la acuarela dilatada de mi perspicacia.

No grites al alba de tu pecho
amargo pámpano de helecho
quien silba y ciñe el candil
desagua viento, mar y cólera,
tragedia lidiada, amantes;
ternura de meñiques, desnuda
el cuerpo macilento jadeante
revoloteo tu cintura muda
pétalo postrado en mí, efigie soy,
estatua tullida por tu gemido
exquisitez celeste de sal y agua
refúgiate en tu catre de ola
que me ahogas con tu respirar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mas fácil sería que en vez de amor fuese una Utopía...
es mas fácil vivir entre las sombras, esperando, esperando...
cosas mas simples alimentan el espiritu, el caminar por algun lindo sendero, el mirar el cielo o el techo de alguna habitación, conversando y comiendo xocolates...
que tengas un buen dia!!!
nos vemos