Muy buenas tardes estimada Comunidad Merryland, un grato
saludo a cada uno de ustedes, quienes celebran la culminación de un ciclo para
abrir la puerta a un nuevo desafío. Hoy
me llena de orgullo ver a estos 22 estudiantes que dicen adiós a sus primeros
pasos para encaminarse hacia el fin de su vida escolar. Hoy es un momento para
homenajear sus logros y mirar los obstáculos del pasado con valentía y nuevo
aprendizaje, de recordar ese tímido día de marzo en que nuestros caminos se
encontraron y ataron nuestro destino durante dos luchados años, ese día en que
nos presentamos y reímos, donde retratamos el inicio del camino en una primera
foto, esa foto que siempre recuerdo y que para mí tiene un gran aprecio, ese
día en que oficialmente nos convertimos en 7ºA,
o como cuentan las viejas leyendas: Los crazy del Séptimo 7ºA. Fue allí cuando comenzó nuestros
viaje, y lo mejor de todo, es que mi tripulación eran estudiantes alegres,
entusiastas, participativos, tímidos, saltarines, y por sobre todo honestos.
Fueron pasando los días, y comenzaron a aparecer los primeros obstáculos, y
había que estar presente para que no perdieran su rumbo. De pronto aparecían
ruidos extraños o extravíos de lápices que ni Sherlock Holmes podía descifrar,
en fin, estaban creciendo. Y no sólo yo
era el que lo notaba, lo notaban sus profesores de asignatura, los y
las inspectoras, las y los asistentes de
la educación, sus propios compañeros, y como no mencionar a todos aquellos que
lo han puesto todo en la cancha y no sólo estos dos años, sino que desde sus
primeros días : su familia. Difícil será olvidar a cada uno de los
participantes que se vieron envueltos en este enorme y arduo camino, padres,
hermanos y hermanas, abuelitos y abuelitas, tíos y tías, y por qué no,
antepasados. También aprendimos a conocernos, desde la primera reunión de
apoderados hasta la presentación para el día de la primavera. Desde, ya les doy
las gracias, pues el aprendizaje no sería nada sin sus cimientos.
Debo admitir que
cuando fui informado sobre tener una jefatura estaba contento, aunque un tanto
nervioso. En un principio el 8ºA era un curso tranquilo, pero que necesitaba
organización e independencia, elementos que fueron mejorando notablemente con
el paso del tiempo, empezaron a florecer nuestras tan famosas completadas,
completadas en las que íbamos ofreciendo italianos a $500 pesos por toda la
cuadra. También aprendieron a escucharse, a escuchar al otro, a expresar sus
ideas y por sobre todo respetarse mutuamente. Así también asumieron
responsabilidades con el curso y desarrollaron su temperamento para sacar
adelante un sinfín de situaciones problemáticas.
Ser un profesor jefe es un camino difícil, pero
gratificante, este no sólo forma a sus
estudiantes, sino que se forma a sí mismo y
ustedes han sembrado en mí la alegría por enseñar, y eso se los
agradezco.
Como era de
esperarse, siguieron creciendo, y en algunos casos con el paso de los días iban
tejiendo su carácter y personalidad y así, su vida se llenó de nuevas alegrías,
aunque también trajo nuevos desafíos, en algunos casos el amor golpeó a sus
puertas, en otros esas mismas puertas se cerraban, en otras ocasiones se vieron
inmiscuidos en pequeñas travesuras que hacían asistir a nuestras queridas
inspectoras a su sala. Y es aquí donde
quisiera realzar una de sus mayores virtudes, su honestidad, en la mayoría de
los casos tuvieron el valor para admitir que se habían equivocado, sin importar
lo grande del problema, siempre levantaron su cabeza para decir “me equivoqué”.
Querido Curso, Hoy llegan al fin de una etapa,
pero comienzan una nueva, no olviden todo lo aprendido hasta ahora, recuerden
que un nuevo año trae nuevos desafíos, y que un obstáculo siempre representa un
crecimiento, no cambien su forma de ser, ni su alegría y entusiasmo, pues en
ustedes la palabra merry, palabra que en
inglés hace referencia a una
demostración de alegría, calza a la
perfección.
Hace 13 años yo estaba sentado en esa misma silla
en este mismo colegio, y me identifico, hoy los veo, y lo primero que podría
decir es estar sorprendido de lo mucho que han crecido, no sólo física, sino
que intelectual y emocionalmente.
Ahora me llevo un gran regalo de cada una de las
etapas y momentos que vivimos juntos, como por ejemplo, el Wake up de Diego, la risa y curiosas preguntas de Zión, la energía de
Gabriela, las reflexiones de Javier, la entrega de Natalia, Fernanda Isis y
Ayelén, la caballerosidad de Julio , la Empatía de Maxi , el amor a la naturaleza de Javiera, ¡uf! Podría estar todo el día hablando de
esto.
No me queda más
que felicitarlos, tanto a ustedes como a su familia, por este logro que se suma
a su vida, de mi parte mi pecho se infla de orgullo al verlos aquí, y en cierta
forma siento esa nostalgia de cuando alguien se marcha. Sin embargo, la
felicidad me invade y no me queda más que agradecerles por aparecer en mi vida
como profesor, darles gracias por toda la energía positiva que me han
entregado, aunque hayamos pasado por momentos de enojo y tristeza, siempre me
quedaré con todos los buenos momentos que sembraron en este camino, Hasta
Pronto querido 8ºA y Bienvenidos al primer año medio.