sábado, 24 de noviembre de 2007

Vuelo de una pestaña

“El cielo va volando en el agua de un espejo
se moja un pájaro y se moja el pensamiento”
(Manuel García)


Cabizbajo, atrapado en las veredas cercanas
con olor a larvas, capullos, mariposas desenfrenadas,
elevo mí vista a los cercanos vuelos fugaces,
siembro sonrisas en un pedestal olvidado.

Colapso la mirada en un vaso de agua,
murmullo con las sombras de la lejanía,
fumo el humo de los fumadores pasivos:
el vicio encanta a los parásitos rastreros.

detengo la cigarra en su canto a los dioses
y muestro la magia de una gota seca,
a la espera de la puerta abierta sellada
a duendes y arañas venenosas en mi mente
que sobresalen desde la cerradura de bronce
saludando al día desde sus rincones ocultos
en esas esquinas mugrosas que nadie limpia.
yo asesino la lluvia para no morir de sed
y maltrato la neblina para no mojarme
en las mañanas donde quiero rendirme.

recorro el camino de las letras ocultas,
del vuelo de la mosca colosal imprecisa,
de los sueños en palabras sencillas
al abrigo de un vagabundo solitario
feliz, agónico, soñador en plenitud:
su mirada es tan tierna que seduce
el ego de la gente acabada sin vida.


viernes, 23 de noviembre de 2007

Rosa Amelia

De los temores sepultados bajo el eterno sollozo de una piedra muda
de donde el grito de las hormigas escapa por la silueta de la tierra
hacia el lamento enfurecido de palomas que digieren plástico
y cruzan sus estigmas femeninos de pájaro en el aire caliente
dando giros sordos a la danza de chinitas con puntitos
a la infancia mimada de lamentos a la madre tierna
de ojos celestiales a la infinita muerte
y rostro inseguro letal corrosivo
con voz fulminadora de vida
que silencia el huerto de mis gestos
hasta anhelar el abrazo
de una estrella
luminosa a
plena
luz
del
día.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Un extraño en la noche

Atrás la noche escondida
no mira el vacuo vacío
lleno de espanto y alcohol
_____________/fermentado
en el hilo de una luz destellante
que apaga mis ojos a lo oscuro
y cansa mis dedos a lo mismo.

Vuelve a caer en los mismos torrentes
_________________________/espirales
de lo infundado y concreto asimilado
Eso que se repite, y repite y no queda
al comentar la transparencia
de un yo que no puede atrapar
la vista con gusto u otro sentido
para llorar o reír, o mucho mejor,
comerse los mocos como niño sucio
satisfecho del placer orgánico
y ese deseo acarralado de disfrutar.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Infarto a medianoche

Desperté encendido por dentro con un galope de jirafas alocadas. Con mis dedos tiritando imploraba el agua de la verdad, de las respuestas ó mejor aún el de no profesar ese dolor incrustado allí, en la placa de mi licencia varonil.
Las imágenes venían a mí como el mejor filme visto de ciencia ficción o quien sabe la respuesta. Fueron tantas cosas que venían y se iban y danzaban y mataban y balbuceaban. Estaba yo vomitando lágrimas de sudor con esa estaca que no me dejaba dormir y el aullido de los perros parecía llevarme a su refugio para dormir tranquilo bajo el pelaje de la noche. Pero estaba allí. Solo con la inmensidad de la sombra, sin luz ni el grito de mis sueños. Sin poder dormir, ni saber lo que pasaría. Era el techo mi único consejero y mis frazadas mi único consuelo. Aunque las micros me llamaban no escuchaban mis palabras de carne por su grueso metal y ruidoso motor de lata. Pero peor aún fue sentir el odio del sol sobre mi cuerpo cuando la temperatura subió hasta quemar mi tez y alejarme de mi consuelo. Estaba desnudo frente a mis dudas que se esparcían sobre la muralla y se acercaban cada vez mas sobre mis pies desiertos tocando el piso frío con mi cuerpo hirviendo y evaporando el sudor en el aire por el techo, fabricando una nube salada que se unía a las dudas y a mi desesperación y a mi deseo de dormir. Y más tarde las sabanas se quemaron junto al techo, mientras el calor comenzaba a dilatar mi cuerpo y el corazón taladraba por dentro y yo estaba solo gritando desde mi boca sellada por el calor. El temor se apoderó de mí y decidí rendirme cayendo de rodillas frente a las dudas que tocaban mi calva cabellera con sus asquerosas manos de fecas humanas. Quería vomitar, era lo único claro que existía en mi mente, el mundo se movía y el equilibrio se perdió al quebrarse una rodilla, entonces vomité. Vomité tanto que mi corazón salió corriendo por mi boca hacia la mirada perdida de las dudas provocando un centelleo de segundo luminoso que calmo mi cuerpo tensándolo y enfriándolo. Entonces nunca más dudé. Entonces nunca más pensé. Entonces nunca más sentí. Entonces nunca más pude abrir los ojos y dormí placidamente. Estaba muerto.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Raro,¿entiendes?

Es raro,
no raro,
raro
como aro
raro
¿entiendes?
raro de rabo
raro de nabo
raro de raro
tu haces raro
y ando raro,
pero no raro
raro de raro
escondes el aro
la mano
lo vano
el año
¿entiendes?
no metas
la mano
yo sé
es raro
y no raro
pero raro
sobre lo raro
yo no sé
tú sabes
ambos sabemos
es raro
tu raro
mi raro
el raro
el aro
y el nabo
raro,¿entiendes?

jueves, 1 de noviembre de 2007

Cóctel

Bebemos el día de noche
en copas de agua
vestidas de vino
alumbradas de vista
pasadas a olfato
y gustosas de sexo
sobre carmesí mantel
de vasos tímidos
e inexpertos
con quesitos cubitos
y palmitos bajitos
¿dónde?
muchedumbre de maníes
al lado de uvas secas
imploran no
morir de forma rápida
y digerida
al ritmo del compás
y del vals
y del la
cuando manchones de vino

caen

junto a los ebrios
y mueren copas
mientras el sol sale
y la noche
ya fue digerida
por las copas quebradas
de un llanto
festivo.